martes, 31 de agosto de 2010

214


Todo esto me recuerda a un cielo tremendamente nublado.
Todo lo ves apagado, sin vida y falto de sentido... Pero el sol sigue vivo, por encima de esa inmensa capa de nubes negras está todo el brillo, la fuerza y la pasión que te hace falta. Pero miras al cielo y piensas en las nubes como un gran techo de piedra, que ni siquiera pretende irse. No lo pienses asi, recuerda que las nubes son solo agua...

Hay que tener perspectiva.


213

¿Recuerdas que no eras capaz de escribir nada cuando eras feliz?

Muy bien. Ya puedes hacerlo.
¿contenta?

ODown.

212




Era como un pajaro.
Como uno muy grande, lleno de colores y energia. Volaba, batia mis alas con fuerza, disfrutando de cada corriente que me colocaba entre lo terrenal y lo celestial. Atravesaba las nubes sin piedad y los rayos del sol se abrian como suaves y calidas cortinas ante mi vuelo. Respiraba el aire puro y dulce que solo se respira entre los montes, alimentando mis ojos de preciosos campos de miel y aceituna. Me reia de quienes solo sabian andar y resoplar, mientras mis alas resplandecian con cada uno de mis movimientos.

Ahora aferro con fuerza y resignacion la barra de madera bajo mis garras. Y clavo mi furiosa y, al mismo tiempo, triste mirada en las rejas, frias como el hielo. Con la esperanza, de que la puerta de esta asfixiante jaula vuelva a abrirse y a permitirme retomar el vuelo.
Un delicioso y efímero vuelo que me duele recordar.


Claustroflonelyness. Y lloré. No por ti, ni por ellos. Por recordar.



Odio la ciudad.

jueves, 12 de agosto de 2010

211




Soy una persona nueva. No mejor, pero inevitablemente he cambiado. Odio los cambios tan drásticos e inutiles.

Cuando dije de largarme, me referia a desaparecer. No vale que los problemas vengan conmigo. Hasta hace unas horas mi mayor problema era el volumen del Ipod. Ahora he vuelto a los triviales problemas personales de ciudad. Los problemas vinieron conmigo. Es un amigo de la familia.

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Ahora escribo en un cuaderno muy pequeñito todas las cosas que quiero ordenar en mis pensamientos. Lo llevo siempre encima, aunque much...