domingo, 8 de abril de 2012

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De esto que sales de pubs, con los amigos, por fin, ¡fiesta!. Llegas tarde a tu propia ciudad, te duchas, te arreglas (comosiestuvierasroto). Oh dios mio, mensajes, más mensajes "no voy" "lo siento" "estoy fuera" "no puedo"o "buzón movistar..." . Maldita sea, la noche ya era negra de por si, no me la jodáis más. Es igual, vayamos a la aventura, es posible que surja alguna. No cenes, no es momento de cenar. A caminar como una tonta dando vueltas inútiles hasta llegar a la guarida de la nueva rutina. Casi lloro. LLORÉ, porque echo de menos el pasado más que cualquier cosa en este mundo. Cuando tenía abuela, un amigo, una amiga, un equipo, si bueno, ya sabéis...
 Matadme, Kill Me, en  vez de a Bill. Vodka. ¿Gominolas?¿Qué carajo? Estoy harta de tener siempre la misma mala suerte. Lo intenté, juro que lo intenté.
Me arrepiento tantísimo de haberme largado tan rápido del Paraíso, con la falsa esperanza de hacer de la tierra un lugar digno de nosotros... Creyendo que nosotros, todavía somos nosotros. Eso es una jodida MENTIRA.
Detesto la semanas santa, (¿lo he dicho alguna vez?) que absorbe a la gente, es peor que la televisión, la telebasura, peor que la droga, por que encima es algo ficticio, es algo que los débiles de espíritu necesitan para excusar los errores de sus vidas. Maldita sea, (otra vez) si por mi fuera me iría a otro país todas las santas semanas (ja.ja.) del año para no tener que aguantar a esta sociedad de supersticiosos y "pecadores".

¿No vienes? Oh, genial. ¿Has pensado que yo también quiero celebrarte?¿Eh?¿Te das cuenta de que vas por el mismo camino que la colega anterior? Se responsable con TODO lo que tienes. Con todo. O por el contrario, no le des importancia a nada. Pero por el amor de (introduciraquínombredesuperhéroe) si de verdad crees ser capaz de tener de todo, se responsable de todo. No te centres en nada, no merece la pena valorar lo temporal para perder lo que podría ser eterno. Por suerte o por desgracia, yo siempre estoy ahí, ahí como una gilipollas. Tu no has aprendido la lección. Ni de coña, su muerte fue en vano y ahora mismo me doy cuenta de que soy tan imbécil, que a pesar de todo sigo de pie, esperando que abras los ojos y te fijes en que ahora es el momento de apreciar lo que tienes. Y si, antes de que desaparezca. Por que yo, tú, todos podemos desaparecer de la noche a la mañana. Estoy hasta el coño de las relaciones de dos. Sencillamente. Nunca trajeron nada bueno.

Cuando por fin llega la electricidad es tarde, la música mala, pero lo intento, juro que lo intento, intento reír, bailar, beber, bailar más, pero es imposible. La Golfa me recuerda a ti y ahí es cuando lo doy todo. Pero nadie da más, nadie apuesta por nada y se rompe la conexión. La charla es un aislante de la electricidad y cual lucero artificial me apago. A pesar de ver esas (yaviejas) caras, esas incansables risas y el insaciable buen rollo, me fui apagando. Por suerte nadie lo notó. Todos tienen luz propia, pero no la de antes, eso está claro.
Cuanto me hubiera gustado que estuvieras ahí, dando guerra, pelando cables y encendiéndonos a todos, como si fuéramos bombillas de colores. Pero no estás y yo no tengo lo necesario para hacer que esto cobre vida. Lo intenté, te prometo que lo intenté. Pero no soy tú. Nadie es tú.

Admito que a veces me gusta (quécoñomevaagustar) llorarte en soledad. Por que como no lo hice cuando debía, tengo que hacerlo ahora. Cuando escucho una canción, cuando la canto, cuando leo algo que me recuerda a ti. Sobre todo cuando abro la boca. Me da la sensación de que cuando pienso en ti y hablo a la vez se me escapan los recuerdos, y lo que he guardado de tu alma en mi corazón. Y por eso lloro. Creo que cuando más te nombro, menos de ti me queda. Son viejas historias que se pasean por mi cabeza.

Terminó la madrugada y nada me hizo brillar de nuevo. Llegué a mi casa y he llegado a la conclusión de que estoy sola. Eras el nudo que ataba los miles de globos en un solo ramillete y ahora que te cortaron ya solo me quedan las cuerdas. Es patético. La conclusión es patética. Yo sería patética si no intentara levantarme a diario con la certeza de que hoy será el día en el que la herida se cure.
[...] Necesitaba mentir un poco para poder aliviar mi sensación de inferioridad con respecto al mundo.

Hoy regresé del pueblo. Oh, mi amado pueblo. Hacía tantísimo frío que no he podido disfrutarlo como quisiera. Y me siento fatal, como traicionera, hipócrita, infiel. Fui al templo y no pasé del pórtico. Siento no haberte demostrado tanto como debía, pero pensé que el tiempo se congelaba a llegar allí y realmente no fue así. Las nubes blancas espumosas, la lluvia, los truenos, el granizo, el olor a campo mojado... Campo verde, intenso, casi orgásmico. Las golondrinas, que llegaron tarde, pero que nunca se fueron. El sol, luces y sombras, el más puro ambiente que es capaz de curar el alma más destruida... La mía en concreto. Pero ningún paciente puede ser curado si no deja al médico actuar. Soy imbécil, por favor, ni siquiera me dió pena irme, estaba tan concentrada creyendo que la noche sería tan genial como el día. MENTIRA (otravez). NADA y repito NADA puede igualarse a los días de verano bajo una encina, oliendo a campo, soplando el viento, viendo el horizonte como algo sagrado e idílico. Una inmensidad casi igualable a la felicidad que te inunda por dentro.
No tenía que haberme vuelto. NUNCA. MIERDA. La  próxima vez, no me deis a elegir. En ocasiones, la libertad de opinión está sobrevalorada, ya habéis visto. Solo hace falta una orden directa para que mi vocecita interior que dice "hazlo" cambie de opinión. En ocasiones tenemos dos decisiones: la correcta, y la que queremos. La que sabemos que es mejor y la que queremos. La que realmente queremos, y la que queremos. No se si alguien me entiende. Últimamente nadie lo hace.


Bueno, estoy borracha, son las 5 de la mañana y te echo de menos. ¿Qué esperabas?¿Un poema haiku?¿Algo sencillo y directo al corazón? No esta noche.


Salir, beber, el rollo de siempre, 
meterme mil rallas, hablar con la gente...
Llegar a la cama y joder que putada sin ti.

Never let me go

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Ahora escribo en un cuaderno muy pequeñito todas las cosas que quiero ordenar en mis pensamientos. Lo llevo siempre encima, aunque much...