miércoles, 28 de septiembre de 2011

407





Todo irá bien aunque duela. 
Toma su mano y vuela con ella.

Le estoy cogiendo cariño a esto de los gifs...

lunes, 19 de septiembre de 2011

406



Bueno, primer día de clase. Los nervios casi me devoran el estómago. Sin dinero, sin llaves, sin comer y en hora y media debía estar en clase. Oh dios mio tierra trágame. Se me rompió el segundero, mi letra es como la de un médico, fui con las chanclas de andar por casa a clase y con la camiseta de entrenar, no me dió tiempo a vestirme.

Técnicas fotográficas
Fotografía artística
Teoría de la imagen publicitaria
Técnicas de expresión gráfico-plásticas
Historia de la fotografía
Volumen

¡Esta guerra promete!

jueves, 15 de septiembre de 2011

miércoles, 14 de septiembre de 2011

403



Entonces llegó la nieve y después de la nieve el hielo.
Las calles parecían empedradas de plata por lo que brillaban y relucían. Largos carámbanos, semejantes a puñales de cristal, pendían de los tejados de las casas. Todo el mundo se cubría de pieles y los niños llevaban gorritos rojos y patinaban sobre el hielo.
La pobre Golondrina tenía frío, cada vez más frío, pero no quería abandonar al Príncipe: le amaba demasiado para hacerlo.

Picoteaba las migas a la puerta del panadero cuando éste no la veía, e intentaba calentarse batiendo las alas.
Pero, al fin, sintió que iba a morir. No tuvo fuerzas más que para volar una vez más sobre el hombro del Príncipe.

-¡Adiós, amado Príncipe! -murmuró-. Permitid que os bese la mano.
-Me da mucha alegría que partas por fin para Egipto, Golondrina -dijo el Príncipe-. Has permanecido aquí demasiado tiempo. Pero tienes que besarme en los labios porque te amo.
-No es a Egipto adonde voy a ir -dijo la Golondrina-. Voy a ir a la morada de la Muerte. La Muerte es hermana del Sueño, ¿verdad? Y besando al Príncipe Feliz en los labios, cayó muerta a sus pies.

En el mismo instante sonó un extraño crujido en el interior de la estatua, como si se hubiera roto algo.
El hecho es que su corazón de plomo se había partido en dos. Realmente hacia un frío terrible.
A la mañana siguiente, muy temprano, el alcalde se paseaba por la plazoleta con dos concejales de la ciudad.
Al pasar junto al pedestal, levantó sus ojos hacia la estatua.

-¡Dios mío! -exclamó-. ¡Qué andrajoso parece el Príncipe Feliz!
-¡Sí, está verdaderamente andrajoso! -dijeron los concejales de la ciudad, que eran siempre de la opinión del alcalde.

Y levantaron ellos mismos la cabeza para mirar la estatua.

-El rubí de su espada se ha caído y ya no tiene ojos, ni es dorado - dijo el alcalde- En resumidas cuentas, que está lo mismo que un pordiosero.
-¡Lo mismo que un pordiosero! -repitieron a coro los concejales.
-Y tiene a sus pies un pájaro muerto -prosiguió el alcalde-. Realmente habrá que promulgar un bando prohibiendo a los pájaros que mueran aquí.

Y el secretario del Ayuntamiento tomó nota para aquella idea. Entonces fue derribada la estatua del Príncipe Feliz.

-¡Al no ser ya bello, de nada sirve! -dijo el profesor de estética de la Universidad.

Entonces fundieron la estatua en un horno y el alcalde reunió al Concejo en sesión para decidir lo que debía hacerse con el metal.

-Podríamos -propuso- hacer otra estatua. La mía, por ejemplo.
-O la mía -dijo cada uno de los concejales. Y acabaron disputando.
-¡Qué cosa más rara! -dijo el oficial primero de la fundición-. Este corazón de plomo no quiere fundirse en el horno; habrá que tirarlo como deshecho.

Los fundidores lo arrojaron al montón de basura en que yacía la golondrina muerta.


El príncipe Feliz. 
Siempre lloro con este cuento.

lunes, 12 de septiembre de 2011

402




Aún sigo a la espera de... ¿algo? Un giro, una explosión... Un nuevo color.
Estoy ansiosa por que terminen las vacaciones.
Quiero intentar algo nuevo.
Yo no debería estar aquí.
Fuck it.





sábado, 3 de septiembre de 2011

401


Ayer entrené por primera vez en tres meses. Tenía miedo. ¿Quién me echaría de menos? Solo fui para poder probar por última vez esa irresistible droga. Pero gracias a lo que sea que fuera, esos tres meses no hicieron mella en absoluto. 
¿Que no juegas?¿Qué dices Aki? Anda no digas pegos. 
Casi me echo a llorar. Comenzaron a llover ideas de todo tipo. 
No vayas a clase, escaqueate, haz la rata... ¿No es lo mismo? 
Unas risas. Como las echaba de menos.
Vamos capi, que aunque no vengas a entrenar, tu juegas con nosotras. Te queremos guiándonos por el campo.
Toma, rellena este papel. No, yo no... He dicho que lo rellenes. No me vale un no por respuesta.
¿Cómo que este año no juegas? Pero tia...
Quieren que juegue los partidos sin entrenar... Que fe.
No tia, yo te ayudaré. Por las mañanas, deporte, te duchas, estudias, comes y a clase. Es una vida modélica, y tu puedes hacerlo tía.
Vale vale. Más risas. Quizás sea posible.
Claro que si tía, si quieres puedes, esto es rugby.

No lo dejes nunca.

viernes, 2 de septiembre de 2011

400



Podría escribir un libro tan solo de impresiones. De esperanzas, de expectativas y de castillos construidos sobre las nubes. Un libro de ideas, propuestas, planes, una biografía de miles de remiendos mal hechos que no saben tapar los rotos del alma. El alma.
Podría escribir un libro de cómo sobrevivir a la desilusión, de como esperar sin esperar. Puedes barajar  miles de posibilidades y finalmente no acertar con ninguna.
Podría escribir sobre como se pierde a un amigo; por que se que ya está perdido.
Soy la reina de los arreglos rápidos, fáciles y suficientes. Basta con mirar a otro sitio, sonreír, hablar como una piedra, y podría decirse que estás vacía. Estoy vacía.
Soy como esas trampas camufladas en un camino, que mientras no las veas seguirá siendo seguro. Pero como caigas estás perdido. Estoy perdida.
Estoy vacía y perdida.

Las golondrinas se fueron para no volver, ya no hay nada por lo que merezca la pena esperar pero... sin embargo hay que esperar. Esperar, sin esperar.

Esto debe ir cogiendo un tono más invernal. Este año se ha adelantado.

Serás la mariposa más fuerte del mundo.

611

Ahora escribo en un cuaderno muy pequeñito todas las cosas que quiero ordenar en mis pensamientos. Lo llevo siempre encima, aunque much...