- No volveré a escribir nada más.
- ¿Qué?¿estás de broma no?
- No, este es mi último libro.
- ¿Por que? ¡Escribir es tu vida!
- Tu no lo entiendes...
- Prueba.
- Cómo vas a entenderlo... Si ni siquiera existes.
Hace menos de diez minutos que he escuchado este diálogo y me ha hecho pensar en mil cosas distintas. Una de las cosas en las que pensé fue en la promesa que me hice nada más empezar este año... Y que hoy rompí de la forma más dulce que jamás imaginé.
Vuelve a mi, oh, flor de mis pasiones.
Envenéname con tu néctar y
devuélveme al mundo al cual no pertenezco.
El cual me pertenece.