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Y las negras montañas se fueron tragrando todas las estrellas...

Hasta que la luna desapareció.

Y yo me quedé sola.

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Adoro el desenfreno, dormir en el sofá, cenar sobre los colchones, me encanta las noches largas llenas de luces de colores, junto al mar totalmente negro, saltar vallas sin socorrista, el erotismo y la atracción que hay en el ambiente, al mismo tiempo me gusta ser fría y ver los espectáculos, improvisar planes a las dos de la mañana, me chifla la música a toda hostia en la casa, la calle, el pub, la calle y la casa otra vez. Me gusta estamparme contra las olas o saltarlas o que me salten, hablar de idioteces y dormir largas siestas en el suelo del balcón, desayunar tortitas americanas dia si dia tambien y ver la bbc en inglés, para poder luego al pub irlandes y cantar la bamba siendo los unicos españoles del lugar, reírme hasta que me duele la barriga, experimentar en la cocina de otro, levantarme tanto a las ocho de la mañana como a las tres de la tarde, beber tequila con granadina y cantar, bailar, brincar y saltar por la calle...

Tenemos un problema... Y me encanta.