lunes, 28 de marzo de 2011

347



Siempre estoy planeandolo todo. Todo debe salir según yo lo planeo. Los próximos diez minutos están planeados, mañana cuando me despierte habré previsto todo lo que haré hasta las ocho y veinticinco que salga de mi casa. Al salir a la calle todo depende de los factores ajenos a mi que me obligarán a pensar más rápido y a tomar decisiones precisas en poco tiempo, hasta que de nuevo vuelva a casa y de nuevo vuelva a medirlo todo. Llegarán las nueve de la noche y a partir de ahí, me puedo destensar sabiendo que la hora de acostarme no depende de la hora a la que me levante, si no al revés.
Ya se lo que haré el año que viene. Dentro de tres meses y el día después de mi cumpleaños. Lo se por que quiera o no es lo mismo siempre y eso es un punto a mi favor. Tiendo a medirlo todo por que tengo los patrones prediseñados y mentalmente hago los últimos arreglos para que el momento sea justo como yo quiero.

Pero a la hora de la verdad... Todo me sale mal.

Y que nadie diga que es por que insisto en controlarlo todo por que es justamente eso lo que me mantiene atada al mundo real.

El tiempo es el mayor enemigo al que llevo toda mi vida intentando combatir, y es el único contra el cual no me he rendido.

611

Ahora escribo en un cuaderno muy pequeñito todas las cosas que quiero ordenar en mis pensamientos. Lo llevo siempre encima, aunque much...