Ahora escribo en un cuaderno muy pequeñito todas las cosas que quiero ordenar en mis pensamientos. Lo llevo siempre encima, aunque muchas veces me olvido de que lo tengo. Me parecía más eficaz escribir a mano que a ordenador. Pero sólo consigo extender lo que me ocurre en lugar de volcarlo. En ocasiones pienso que es demasiado pequeño para lo grande que me parece todo en mi cabeza. También creo que a pesar de lo pequeño que es, cuando escribo algo en él, ese algo se crece, sea bueno o malo. Y últimamente, todo está siendo muy muy muy malo. Es un cajón del desastre y el pánico. Y ya no quiero ni leerlo siquiera.
Me gustaría saber volcar lo que siento o pienso, volcarlo en este cajón y cerrarlo, y olvidarlo. Crear un cajón del olvido, para poder seguir con mi día a día sin sentirme tan pesada.
No diré que no puedo, porque las palabras tienen poder. Pero no me está saliendo bien.
Todavía sigo teniendo recuerdo que me generan pequeñas explosiones y me rompen el esternón, y me dejan floja. Lo peor es que todavía sigo creando esos recuerdos. Definitivamente, hay algo mal en mi.