No naciste para servir al mundo según las reglas. No sirves para memorizar datos y utilizarlos. No eres lógica. Eres impulsiva. Tu cabeza está en constante ebullición y no para de transformar las cosas constantemente. No puedes evitarlo o intentar pararlo. Eso te destroza. Tienes que mancharte, tocar, sentir con tus propias manos esas ideas mutando frenéticamente. Electricidad que surge en tu cabeza y busca una toma de tierra donde plasmar su energía.
No estas hecha para servir al mundo. Estas hecha para transformarlo. Naciste con esa capacidad de transformar el gris en color. No reniegues de ese don. No quieras encajar en este mundo maltrecho.
Supervivencia, cosmovisión y arte.
Gracias papá.
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