jueves, 29 de marzo de 2012

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Hoy me dieron mis notas de la segunda evaluación. 10, 9, 9, 9, 8, 7, 7. Pero llevo todo el día apática, insensible, triste y diría que un poco cabreada. Mi profesora me ha soltado la perla de que voy de sobrada y a mi lo hago todo a mi bola. Pero mi cabreo empezó esta mañana. Es rutinario que últimamente me levante de mal humor y siga así todo el día. No consigo encontrarle una explicación. Cuando siempre le estoy buscando explicación y motivo a todo. Me da rabia no saberlo y me enfurezco más.
A cada día que pasa cumplo más el perfil del típico personaje de película: viejo huraño y mal humorado, que prefiere estar solo y dedicándose a su hobby, y que la causa de su triste, solitaria e insípida vida es la falta/ pérdida de alguien realmente importante para él.
Cumplo todo el perfil, excepto por que no soy vieja. Pero como si lo fuera. He envejecido de golpe, de un año para otro. Estoy esperando al año que viene para rejuvenecer.
También es verdad que me he vuelto una llorica. Con cualquier idiotez lloro. Los recuerdos son así de hijoputas.

Matadme, no puedo seguir así. Te echo muchísimo de menos.




Última llamada

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