Se supone que estoy en esa etapa de mi vida en la que tengo que disfrutar y aprovecharlo todo al máximo para convertirme en la persona que quiero ser. En la que maduro, aprendo, raciono y me convierto en adulto. Pero hasta ahora, lo más adulto que he hecho ha sido votar (menuda gilipollez) e ir a la autoescuela (que no me ha servido de nada).
Si con lo de aprovecharlo todo se refieren a hacer lo que hay que hacer por huevos ahora o nunca, no me gusta esta etapa. Y si disfrutar consiste en estar donde no me corresponde y sacar notazas a pesar de no hacer lo que quiero, tampoco quiero pasar por esto.
Siempre me estoy quejando aquí. Solo digo lo que quiero y lo que no quiero. Pero veamos, ¿qué mas me queda? Nada, solo mi derecho a patalear. Quiero quiero quiero quiero quiero quiero que TODO desaparezca. O por el contrario que TODO vuelva a aparecer.
Echo de menos tantísimas cosas. Me estorban otras muchísimas más... Quiero equilibrio de nuevo. Pero no un equilibrio formal, ni purista, ni blah blah blah blah blah, quiero mi equilibrio de nuevo... Y no quiero ser quien soy. No soy quien quería ser. Quiero que todo sea como antes, incluida yo. E incluido tu. Si al menos tú fueras.
¿Recuerdas? Esta era tu guerra. Tu puta guerra. Vas ganando. Sigue así. No cierres los ojos, todavía no.
Querido John
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