martes, 26 de julio de 2011

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Lleva casi 13 años encendida, brillando, bailando y quemándolo todo... Pero hoy a amanecido débil, enferma,  empequeñecida... Se iba hundiendo en su propio calor y no he dejado de mirarla desde entonces, como una enfermera que tiene que ir cada diez minutos a controlar el pulso de su paciente. Ha comenzado a sonar Hamburg song y de repente, la llama ha desaparecido, dejando como despedida una fina y dulce hilera de humo, y un fugaz brillo en la mecha, quemada y consumida. Finalmente ha muerto.


Duerme mi chica, duerme. Vuela.

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