Lo que nos amenaza de verdad y cuesta más de combatir es algo que procede de nuestro interior. El impacto y el dolor de una pesadilla pueden ser mucho mayores que el de un puñetazo.
Asimismo, a veces lo que duele no es tanto ese puñetazo como la emoción tras él...
Para poder escondernos de las brujas teníamos que escondernos bajo los cadáveres
que se esparcían por el campo y los que aun estaban en sus casas, pero no podíamos dejar de huir,
sin embargo era un miedo tan nebuloso que no había forma de escapar de él.
que se esparcían por el campo y los que aun estaban en sus casas, pero no podíamos dejar de huir,
sin embargo era un miedo tan nebuloso que no había forma de escapar de él.
y no hay forma de huir
no hay forma de huir
y no hay forma de despertar
Quiero creer que me he vuelto muy sensible e influenciable.
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